Donde el fuego no destruye, sino que revela
“No siempre hay que empezar de cero.
A veces, el verdadero comienzo es recordar lo que nunca dejamos de ser.”
Había una quietud rara en el aire esa mañana.
Como si el mundo —por una vez— se diera permiso para respirar más lento.
Afuera, el cielo era gris claro, de esos que no prometen ni tormenta ni sol.
Y aun así, algo se encendía por dentro.
En la pequeña oficina, el cartel de Espacio de Escrituras Cholula seguía colgado, como lo había estado siempre.
Pero algo era distinto.
No era nostalgia. Era más bien un susurro.
Una voz antigua que volvía a hacerse presente.
Durante años, fuimos refugio para historias que querían salir del pecho.
Recibimos a quienes traían los dedos temblando, las ideas revueltas, los sueños a medio hornear.
Y ahí estábamos, como hogar. Como fogata.
Acompañando a cada quien a escribir, a descubrir(se), a sanar.
Pero luego, el silencio.
No por falta de amor, sino porque todo lo que arde también se transforma.
Y ahora, desde los restos del papel quemado y los cuadernos cerrados,
empezamos de nuevo.
No desde cero, sino desde dentro.
El mundo cambió.
Y nosotros también.
Por eso decidimos llevar nuestro fuego a otros lugares.
Transformar nuestra esencia en curso, en video, en comunidad que no necesita paredes.
Espacio de Escrituras Cholula ya no es solo un lugar físico,
es una semilla en cada rincón donde alguien quiere escribir una historia que valga la pena.
Este no es un lanzamiento.
Es un regreso.
El vuelo de un fénix que sabe de cenizas y también de alas.
Lo que viene
- Cursos diseñados para acompañarte, no para corregirte.
- Comunidades donde el juicio no tiene cabida, pero la honestidad sí.
- Textos que sangran verdad, no solo técnica.
- Y sobre todo, un espacio seguro para florecer palabra por palabra.
Escribir no es un lujo.
Es un acto de resistencia.
De amor propio.
De memoria.
Y aquí estamos, otra vez.
Encendiendo la chispa.
Para que tú también puedas prender la tuya.
Bienvenidx al nuevo ciclo de Espacio de Escrituras Cholula.
Lo que se escribe con el alma, no muere nunca.